sábado, 22 de octubre de 2016
El Asco a lo Natural, ¿Es natural?
Hace unos meses estuvo en auge el tema de amamantar en público, incluso los legisladores tuvieron los suficientes nervios de crear una ley que lo prohibiera, cosa que me pareció inaudita debido a que es ir en contra de nuestra naturaleza sin embargo, sucedió.
Esto me puso a pensar en el por qué y dónde me había parecido notar esa misma actitud en contra de nuestra naturaleza. Recordé que veía programas estadounidenses en donde se hablaba de este tipo de acciones CON ASCO, donde sólo pensar en ello, les revolvía el estómago a los personajes. Por ejemplo, manifestar asco al pensar que sus padres tuvieron relaciones sexuales de jóvenes y, peor aún para ellos, imaginar que de ancianos sigan teniendo deseos y los puedan consumar. Para mí era una aversión ridícula y estúpida y pensé todo iba a quedar en una escena que pretendió ser graciosa a falta de ingenio para crear contenido nuevo.
Pero pasé por alto la gran influencia que es la televisión y, sobre todo, lo mucho que como mexicanos imitamos a los estadounidenses; no tardé en ver esas mismas actitudes adoptadas aquí en México. Desafortunadamente se regaron como pólvora y ahora la mayoría de gente piensa de esa manera, ni siquiera se lo cuestiona, sólo lo repite. No hay el criterio suficiente para reflexionarlo, dejar de juzgar y crearse un punto de vista propio y lógico.
Por lo tanto estas ideas empezaron a degenerar: se manifiesta asco por la gente que suda, amamanta, come, va al baño, tiene gases, relaciones, que se masturba, come con las manos, que anda descalza, que tiene sobrepeso y usa traje de baño en la playa, que no se depila, etc.
Preguntémonos honestamente si en nuestro afán de reprimirnos y reprimir a los otros de estos instintos y necesidades básicas, ¿Hemos provocado este tipo de violencia disfrazada de ley?
Es necesario despojarnos como sociedad, de esa necesidad de irnos al extremo en lo "civilizado" porque nos estamos alejando cada vez más de nuestro interior y lo que somos por naturaleza, así como de los demás. La "civilización" llevada al extremo separa, desconecta, lastima.
Da qué pensar en aquellos que la sociedad "civilizada" califica de salvajes. Donde todas estas acciones que a los primeros les provocan asco, a los segundos no les provocan nada malo. Hasta me atrevo a pensar cómo actuarían al ver que alguien pretende prohibir a alguna de sus mujeres amamantar u ordenarles que se cubran. Risa, es lo que pienso que les provocaría porque una actitud tan del ego es lo único que puede provocar, risa y pena. Y también me atrevo a pensar que las defenderían en caso de ser necesario.
Dejemos de ser tan ridículos y veamos las cosas como son, sin irnos de un extremo al otro. Cuestionémonos si ese asco que llegan a sentir algunos es propio o implantado, si es sano ir por la vida queriendo esconder todo lo que es propio de humanos, rechazándolo y, por ende, rechazándonos a nosotros mismos.
Apelo al ¿cómo te sentirías tú si fueras mujer, tu hijo tuviera hambre y tuvieras que amamantarlo ya? pero alguien se ofendió, no le importa que tu hijo esté llorando y te corre del lugar donde estás porque es más importante su asco que el que tu hijo tenga hambre, ¿Cómo te sentirías si a los 60 años manifestaras que eres activo sexualmente y te pidieran no decirlo porque "tú ya no debes tener esas sensaciones", como si fueran exclusivas de los jóvenes? ¿Cómo te sentirías si al comer con las manos la gente te mirara con desaprobación, aunque sea algo natural y lógico que no le afecta a nadie?
Dejarnos Ser es hoy en día más importante que querer cuadrarnos a todos en un mismo molde. Se hace más daño reprimiendo que dejando ser. Demosle un vistazo a esta sociedad tan reprimida y no me dejaran mentir. Aprendamos a aceptarnos, empezando por nosotros mismos y generaremos una revolución diferente a la que estamos viviendo hoy en día, algo sumamente necesario.
Debra Oropeza
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)



